viernes, 8 de junio de 2012


¿A más preservativos, más gonorrea?
De nuevo se constata que el Papa tenía razón: a pesar de que cada vez se utilizan más condones, la ONU alerta de la expansión de una gonorrea resistente al tratamiento y de que las enfermedades de transmisión sexual repuntan en el mundo occidental

A pesar de las constantes campañas en defensa del preservativo, las ETS siguen avanzando
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que “millones de personas con gonorrea están en peligro de quedarse sin opciones de tratamiento a menos que se tomen medidas urgentes”. Esta es la frase con que la OMS inicia una nota que ha hecho pública en la que advierte de la expansión por todo el mundo de una cepa de gonorrea resistente a los medicamentos.

En el comunicado se asegura que varios países, entre ellos Australia, Francia, Japón, Noruega, Suecia y el Reino Unido, han comunicado casos de resistencia a las cefalosporinas, un grupo de antibióticos que suelen emplearse como última opción para combatir la gonorrea.

Cada año se contagian unos 106 millones de personas en el mundo con esta enfermedad de transmisión sexual, y ya se está convirtiendo en “un importante desafío a la salud pública”, ha destacado Manjula Lusti-Narasimhan, del Departamento de salud reproductiva e investigación de la OMS.

La incidencia de la infección aumenta y, a la vez, disminuyen las opciones de tratamiento, ha añadido. “Los datos disponibles solo muestran la punta del iceberg”, según Lusti-Narasimhan.

“Sin una vigilancia adecuada no conoceremos la extensión de la resistencia a la gonorrea y sin investigación sobre nuevos agentes antimicrobianos pronto nos podríamos encontrar sin tratamiento eficaz para los pacientes”, ha concluido.

Repunte generalizado de las ETS

Los datos de la OMS también constatan que hay un repunte generalizado en el mundo occidental, y España no es una excepción, de las enfermedades de transmisión sexual(ETS). 
En referencia a las cuatro más frecuentes (sífilis, gonococia, clamidias y tricomonas), se diagnostican casi 450 millones de casos anuales, según la OMS.

En ese sentido, un seminario de especialistas en enfermedades infecciosas celebrado el pasado mes de febrero en Madrid alertó de que las ETS aumentan, en parte, como consecuencia de un cambio en la percepción del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Desde que, a mediados de los 90, se extendió el tratamiento de triple terapia o cóctel antiviral (suma tres fármacos muy eficaces), cada vez son más las personas infectadas que no desarrollan sida. Con estos tratamientos, pasó a considerarse una enfermedad crónica, y las medidas de protección se relajaron, según ha señalado la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, los casos de gonorrea y sífilis, las dos enfermedades de transmisión sexual de declaración obligatoria, se duplicaron en solo un año, entre 2009 y 2010, según un informe reciente del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad.

El Papa tenía razón

Ante los datos que muestra la OMS, cabe preguntarse cómo es posible que si la utilización de preservativos experimenta desde hace años un crecimiento notable, sin verse afectada por la crisis, también aumenten al mismo tiempo las enfermedades de transmisión sexual.

No es algo nuevo y ya lo advirtió el Papa en 2009, cuando en su visita al continente negro, en el vuelo que le llevaba a Camerún, afirmó ante los periodistas que el preservativo “agrava” el problema del sida en África.

“La epidemia que golpea tan duramente el continente negro no se puede superar con la
distribución de preservativos, y mucho menos con dinero”, dijo entonces, además de proponer una “humanización de la sexualidad, una renovación espiritual, que comporta una nueva forma de conducta”.

Tras aquellas declaraciones se armó un auténtico revuelo y organizaciones y partidos políticos de corte laicista, así como una buena parte de la prensa malintencionada, pusieron a la Iglesia y al Papa en el punto de mira de sus críticas más corrosivas.

Un ejemplo de ello fueron las declaraciones del eurodiputado y candidato de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) a las elecciones europeas, Raül Romeva, quien poco después afirmó “las palabras del Papa, en el marco actual de proliferación del sida, son una falta de respeto y una irresponsabilidad. Son un acto criminal”.

Sin embargo, también hubo personalidades del mundo de la ciencia y expertos en esta enfermedad que avalaron las palabras de Benedicto XVI, entre ellos, Edward Green, el mayor experto en sida de Harvard.

Green afirmó unos días después de las declaraciones del Papa que, sin ninguna duda, existe “una relación entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor tasa de contagios de Sida”.

Más recientemente, en marzo de 2011, la propia Universidad de Harvard volvía a dar la razón a Benedicto XVI al afirmar que los preservativos no combaten el sida.

Daniel Halperin, investigador del Departamento para la Salud Global y la Población de esa universidad, destacaba que es necesario “enseñar a evitar la promiscuidad y promover la fidelidad”, y reconocía que el drástico cambio de comportamientos sexuales en Zimbabue “ha recibido ayuda de proyectos formativos promovidos por iglesias”.